martes, 27 de enero de 2015

Sopar de la Fam: Proyecto de Microcréditos en Haití 2

Clemencia, una de las Hermanas que trabaja en el proyecto nos mando esta carta de agradecimiento que queremos compartir con todos vosotros.

MUY ESTIMADOS/AS AMIGOS/AS:
   No tengo todavía el gusto de conoceros personalmente, pero a través de Manoli sé la trayectoria que el grupo lleva, para dar justamente sentido al hermoso nombre con el que se denominan: “AYLLU”. Yo soy ecuatoriana misionera en Haití y comprendo todo lo que el nombre entraña y puede descubrirse en lo que a solidaridad, trabajo comunitario, preocupación de unos/as con otros/as, sensibilidad con las personas más débiles y vulnerables. Doy gracias a Dios y felicito que este Grupo esté vivo y presente en un rincón y que, como semilla escondida, va fructificando y dando fruto.
    [...] Haití es el país más pobre del hemisferio occidental y, con ello, la falta de infraestructuras básicas es evidente y un grito que no se puede acallar. El clamor de los hermanos más pobres nos impulsa a dar una respuesta comprometida. Y no es mucho lo que se puede hacer ante lo que se nos presenta como un mar de miseria e inhumanidad. Sin embargo, es hermoso y gratificante constatar que a través de proyectos de promoción humana y crecimiento en dignidad, como es el de Economía Solidaria o Microcréditos, muchas mujeres van recuperando su voz y su lugar en una sociedad que les discrimina a pesar de ser ellas quienes llevan el peso y la obligación de sacar adelante a sus familias. Ahora ya no esperan mendigando un poco de alimentos para sus hijos, sino que son ellas quienes gestionan los préstamos que van recibiendo sabiendo que si lo hacen con responsabilidad, tienen sus beneficios y el acreciento de sus ahorros personales. Con algunas de ellas ya hemos comenzado con un proyecto de construcción de casas, confiando siempre en su implicación personal pero también en las ayudas que podamos recibir desde las personas solidarias que desde sus necesidades personales son capaces de mirar “más allá”.
    Y aquí va mi GRATITUD que quiere ser la voz de esas mujeres de Haití. Manoli me ha comunicado que se ha designado una cantidad de dinero, fruto de los gestos solidarios que el grupo “AYLLU” va realizando. Mi AGRADECIMIENTO grande y mi oración para que el Señor y Nuestra Madre bendigan todos esos pequeños gestos que son como la levadura y la semilla de mostaza que, pequeños y sin hacer ruido, van construyendo el Reino de Dios. MIL GRACIAS una y mil veces.
    Con gratitud y cariño,
                Clemencia Rodríguez H.
                Mercedaria Misionera.

Sopar de la Fam: Proyecto de microcréditos en Haití

Los que estuvisteis en el “Sopar de la fam” ya sabéis que el dinero que recogimos iría destinado a un proyecto de microcréditos llevados a cabo por un grupo de diferentes ordenes religiosas. A continuación os adjunto un pequeño resumen sobre el proyecto.

Ante las dimensiones de sufrimiento de los haitian@s la CLAR (Confederación Latinoamericana de religios@s), responde y responde organizando un grupo de personas voluntarias que, desde diferentes Instituciones religiosas son enviadas a Haití.
En un primera etapa, ven, escuchan, conocen y junto a l@s haitian@s buscan formas de reconstrucción del país y la vida de los hombres, mujeres y niñ@s y van respondiendo ayudando a las personas que se encuentran en los campamentos, en sus necesidades más primarias. Posteriormente iniciaron un proyecto de microcréditos.

Una madre con sus dos hijos en uno de los campamentos.


Los microcréditos se inició en los campamentos, siendo beneficiarias 100 mujeres Este proyecto de economía solidaria no es “para” las mujeres sino para trabajar “con” las mujeres. Es poner a las mujeres como protagonistas de su propio desarrollo, no esperando ayudas paternalistas.
Como es una actividad económica, lo que se debe insistir es en cuatro palabras claves: DISCIPLINA, OBJETIVO CLARO Y DETERMINACION. AHORRO PARA PODER DEVOLVER EL MICROCRÉDITO EN EL TIEMPO CONVENIDO.

El proceso que siguen es el siguiente:
-Se reúnen las mujeres que viven en los campamentos y se inicia con ellas unas encuentros semanales con temas formativos, en los cuales se les forma en relación a los microcréditos.
-Después de un camino de por lo menos tres meses, Se les explica los PRINCIPIOS que rigen los microcréditos.
-Se insiste en la seriedad y responsabilidad de quienes se comprometen a seguir en el grupo.
-Se forma el comité de coordinación integrado por mujeres con capacidad de liderazgo y que directamente estarán presentes en todas las decisiones y en el control de la gestión del dinero. También lo integra una representante de la CLAR.



Posteriormente en el 2012 comenzó la reubicación de las personas que vivían en los campamentos desde el terremoto del 2010.
El gobierno les asigno lugares en las afueras de Puerto Príncipe, zonas en las que vivían antes del terremoto son estrechos corredores que carecen de mínimas condiciones: sin espacios, sin agua potable ni luz, sin canalizaciones, muchas de las “casas” sin ventanas, donde se hacinan de seis a ocho miembros de familia.
El proyecto se denomina:” APOYO A LA RECONSTRUCCIÓN PERSONAL Y SOCIAL DE PERSONAS DESPLAZADAS Y MIGRANTES FORZOSOS EN HAITI”.
Los criterios de selección son los siguientes:
-Acceden las personas que ya están trabajando con microcréditos.
-Ellas tienen que pagar el 40% del coste total de cada casa.
-Colaboración en el trabajo de construcción.


Han pasado cuatro años desde el terremoto de Haití y la situación es la siguiente:
Más del 80% de la población sigue viviendo bajo el umbral de la pobreza y  más de 170.000 personas continúan durmiendo bajo las carpas.
Los ejes de la reconstrucción se han centrado en el turismo de lujo, la minería y la creación de zonas industriales. Estos ejes se mueven bajo el influjo del capitalismo más salvaje. El economista Camille Chalmers lamenta que las posibilidades de reconstrucción real, de “refundación de un Haití desde y para los haitianos”, se hayan esfumado.

Un grupo de niños se sientane en la terraza de una casa dañada por el terremoto de 2010, frente al campamento de Jean Marie Vincent donde todavía residen.